En paraje Yazuká se erige una de las capillas más antiguas de San Roque

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En el paraje Yazuká, un pequeño poblado a 10 kilómetros de San Roque, cuentan con la capilla Nuestra Señora de Itatí, en honor a la patrona de la comunidad, que es una de iglesias más antiguas de la zona.
La capilla fue construida en 1945, en un terreno donado por la familia inmigrante italiana Scivola, cuyos restos descansan en el terreno de la iglesia. En aquel entonces, la capilla tenía como patrón a San Antonio de Padua.
Años más tarde, un sacerdote misionero llegó al paraje, llevando consigo una imagen de la Virgen de Itatí. Según la profesora Betiana Salinas, los pobladores le pidieron que aquella imagen se quede en la capilla, a lo que el misionero prometió dejarla si cinco parejas contraían matrimonio, condiciones que se cumplieron. Desde entonces, tanto el paraje como la capilla tienen como patrona a la Virgen de Itatí.
Las historias de fe no se detienen ahí: la primera capilla fue destruida por un fuerte temporal. Pero un milagro hizo que se encuentre la imagen de la Virgen intacta entre los escombros.
Desde ese momento y en ese entonces, bajo la guía del padre Ángel Esteban Romero, un grupo de mujeres, entre ellas Francisca Almirón, Munita Silva, Elsa y María Altamirano, la familia Cusiol y muchas otras familias se pusieron en marcha para la construcción de un nuevo templo que hasta ahora se mantiene.
La familia Jackson se encargó de donar todo: el cielo raso y piso de mosaico. La corona que porta la imagen fue donada por Antonio Altamirano. Bajo su amparo creció y se formó la comunidad cristiana de Yazuká.

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