Este martes 22 de julio será el segundo día más corto de la Tierra desde que comenzó a registrarse su rotación, esto debido a que está girando más rápido, según explican los astrónomos.
Un fenómeno poco común podría provocar ajustes inéditos en la medición global del tiempo. Según Space.com, la Tierra girará más rápido: el planeta completará su rotación en 1,34 milisegundos menos que las tradicionales 24 horas, lo que lo convertirá en el segundo día más corto desde que existen registros modernos. Este dato, observado desde 1973, ha captado la atención de la comunidad científica y podría implicar la necesidad de restar un segundo a los relojes atómicos en el futuro, ajuste conocido como “segundo bisiesto negativo”, nunca implementado hasta la fecha.
La diferencia será imperceptible en la vida diaria, pero representa un hito para la medición del tiempo. Desde que comenzaron los registros modernos, solo se ha detectado un día más corto. La duración estándar de un día es de 24 horas, equivalentes a 86.400 segundos, aunque la rotación de la Tierra varía a lo largo de su historia geológica. Un estudio de 2023 citado por space.com indica que, durante períodos tempranos, un día podía durar cerca de 19 horas. Este fenómeno se atribuye al equilibrio entre mareas solares y lunares, influyendo en la rotación planetaria (fuente: space.com).
Por qué varía la rotación de la Tierra
Según space.com, la principal causa de desaceleración ha sido la fricción de las mareas lunares. A medida que la Luna se aleja de la Tierra, extrae parte de su energía rotacional, lo que alarga los días de forma gradual. Sin embargo, en los últimos años, los científicos han detectado una aceleración de la rotación planetaria, lo que acorta los días y no se ajusta a los modelos oceánicos y atmosféricos actuales, generando debate acerca de las causas detrás de este cambio inesperado.
Leonid Zotov, experto en rotación terrestre explicó en declaraciones publicadas por space.com: “La causa de esta aceleración no está explicada. La mayoría de los científicos cree que es algo dentro de la Tierra. Los modelos oceánicos y atmosféricos no explican esta gran aceleración”. Sus palabras reflejan la incertidumbre científica y resaltan la necesidad de profundizar el estudio de los procesos internos del planeta.
Las investigaciones recientes coinciden en que falta mucho por conocer sobre los mecanismos que regulan la rotación terrestre. Las diversas hipótesis muestran que ninguno de los modelos actuales explica por completo el fenómeno y que será necesario seguir observando la evolución del planeta.
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