Macarrein: El derecho de familia nos atraviesa por dentro y por fuera

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Con una fuerte advertencia sobre el aumento de adicciones en niños y jóvenes, la magistrada analizó las urgencias sociales que impactan en los juzgados. Defendió una Justicia con enfoque humanitario y pidió formación en gestión emocional y conflictos familiares desde la escuela.

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La jueza Carolina Macarrein, titular del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia N°4 de la Capital, destacó, entrevistada por La Otra Campana, el programa clásico radial que se emite todos los domingos por LT7 Radio Corrientes y LT25 Radio Guaraní con la conducción de Gustavo Ojeda, la centralidad del derecho de familia como espacio donde se cruzan problemáticas jurídicas, emocionales y sociales.
Subrayó que hoy no se trata de un único modelo de familia, sino de múltiples conformaciones que deben ser comprendidas desde una perspectiva empática, y resaltó la importancia de promover la autocomposición familiar como alternativa preferente a la judicialización masiva de los conflictos.
Así transcurrió parte del diálogo.
Hablemos de su trabajo en el ámbito judicial.

Bueno, a ver, el derecho de familia yo creo que es muy convocante para todos y todas, no sólo quienes nos dedicamos en las funciones, en nuestro trabajo cotidiano, en esta en esta materia, en esta difícil materia que es el derecho de las familias y de las niñeces, sino para todos porque en realidad en cada una de nuestras familias y de las familias de la sociedad, en cualquiera de sus conformaciones, porque hoy hablamos de familias en plural, ya no un prototipo como antes había de familia única… Sino de las más variadas formaciones de familia, todo pasa por allí, todos los problemas surgen, yo me atrevería a decir, principalmente allí, las soluciones también se pueden gestionar desde ese lugar, si la familia colabora, si la familia ayuda. Nos pasa cotidianamente que en los problemas, en las disfuncionalidades de las familias, cuando ocurre un divorcio, cuando ocurre alguna situación con los niños o los alimentos o cualquier cuestión que atañe a los hijos, los padres por allí ni siquiera se hablan hasta que por primera vez se ven la cara frente al Juez y entonces aflora no sólo el problema jurídico, sino sobre todo lo sentimental, lo emocional y lo psicológico. Y por eso es que tenemos que tener tanta empatía y por eso es que los jueces de familia y las personas que trabajan en el derecho de familia, los operadores judiciales, debemos tener esa tan especialísima, tan promulgada especialidad o especificidad sobre estos temas, porque no es fácil contener además a aquellos que por primera vez luego de un conflicto gravísimo se están viendo las caras, surgen los sentimientos y empieza entonces el camino largo hacia un entendimiento o un consenso. Por eso es tan importante, como lo decía antes el Senador, la familia es fundamental para contener, para solucionar tantos problemas, para contener a los jóvenes… Él hablaba de salud mental, la salud mental es hoy yo creo que es la médula de las cuestiones que están sucediendo en la sociedad. La salud mental que se agrava a veces en la minoría de los casos por cuestiones o enfermedades congénitas o preexistentes, pero hoy cada vez más producto de las adicciones que en escalas muy altas producen problemas de salud mental irreversibles, me atrevería a decir, en la gran mayoría de los casos. Eso además, este, por supuesto, además es sobrecargado o con poco estímulo de políticas sociales que empujen a la mejora el joven, el niño, cada vez más jóvenes, porque estamos hablando de niñitos de 10, 11, 12, 13 años que están realmente en un problema de adicción grave y que lamentablemente no tenemos prácticamente políticas públicas que nos ayuden a nosotros a acercar o aproximar.

«Seis días bastaron para un divorcio express»

Bueno hubo un fallo diríamos que hizo mucho ruido, que es toda una novedad.

Si, esto es lo más nuevito, tal vez yo me explayé en la cuestión genérica del derecho de las familias, porque son todos temas importantes, pero el que creo que usted se refiere es el que se conoció como divorcio express. Es básicamente una modalidad de divorcio que está prevista en el Código Civil y Comercial de la Nación desde el año 2015, que establece la posibilidad del divorcio bilateral o unilateral, es decir usted ya puede divorciarse queriendo o sin querer su esposa o pareja ¿no? Lo puede hacer uno solo o lo pueden hacer ambos. En este caso se hizo de manera conjunta, es decir las dos partes estuvieron en un todo de acuerdo con terminar el matrimonio y la verdad es que acompañados por un muy buen profesional hicieron una presentación muy prolija que facilitó lo express, es decir, facilitó que los términos procesales y judiciales se redujeran a seis días. Eso fue lo inédito, lo novedoso o aquello que estaría… Se resaltó pero no por una cuestión de dar trascendencia al juzgado Nº4, sino porque creo que así como las cosas que suceden mal las conocemos y se deben corregir, aquellas que son buenas también es importante que socialmente se sepa. Que socialmente se sepa que se puede hacer, que hay jueces y juezas que trabajan muchísimo, que el Poder Judicial está comprometido, que hablamos hoy de una justicia cercana, de una justicia de acompañamiento, de tutela judicial efectiva y de celeridad en los trámites procesales. Esa es la impronta que le queremos dar y que queremos reflejar a la sociedad. Por eso es que un claro ejemplo es este divorcio que duró muy poquito su trámite.
Tiene también en cierta manera relación con el tema familia, porque a veces los divorcios cuando son tortuosos o la intención de divorciarse es tortuosa y bueno y hay niños de por medio y se hace larga la espera y también al principio sobre cuidar la familia.
Sí, nosotros siempre decimos la prioridad, además es un mandato convencional y constitucional, que la prioridad en todo conflicto del derecho de las familias y de los niños es el interés superior de los niños. Hay que priorizar lo que sea mejor para ellos, pese a las posturas o circunstancias de los demás miembros de la familia, y eso es lo que tenemos que tener muy claro, es la prioridad, es lo que debemos hacer… Justamente hoy y hace unos días y hasta fin de mes, me encuentro de turno, ese teléfono no para de sonar con conflictos cada vez más perceptibles, más cercanos, si se quiere de menor entidad, todo hoy se judicializa, todo hoy se termina en la comisaría, cuando no debería ser ese el espíritu de las familias. Nosotros siempre trasladamos y transmitimos la idea de la autocomposición familiar como mejor alternativa, como mejor herramienta para la elaboración de una solución para esa familia, para esas circunstancias, para esa problemática que están atravesando, porque ¿Quién mejor que los propios actores pueden conocer aquello que les hará mejor? Siempre se privilegia la gestión propia de la solución al conflicto y no de otra que sea impuesta por otro, que en este caso es el juez o jueza, y que la verdad no conoce nada o conoce muy poco de lo que ocurre en el seno familiar. Esto de la autocomposición familiar es importantísimo y me parece que en ese sentido también es importante lo de la alfabetización. Esto de transmitir y enseñar esto en los colegios me pareció muy muy acertado, muy buena propuesta lo que lo que dijo el Senador que desde los colegios, desde el colegio secundario, hablar de estas nuevas temáticas, de estas nuevas herramientas para los jóvenes, pero también de estas cuestiones que hacen a lo emocional, a la gestión de las emociones y a la gestión de los conflictos en los senos familiares. Sería muy vital cuando tenemos además enfrente lo fusilante de las redes sociales que así como trajo muy buenas cosas, muchas cosas muy interesantes y avances interesantes, ha traído de la mano también algunas cuestiones negativas que debemos cuidar. Entonces la alfabetización o la educación, la reeducación de estos temas… Por ejemplo, lo hablaba en una oportunidad, se lo transmitía al ministro de seguridad desde la escuela de policía, hablar de estas cuestiones de violencias de género y de violencias familiares, de violencias cada vez más crecientes contra los niños, niñas y adolescentes chiquitos, que estamos hablando de cinco años que son castigados por sus progenitores. Entonces realmente tiene que ser gente preparada. A nosotros los jueces nos exigen especialidad, nos exigen tener un posgrado, una especialidad, una maestría, un doctorado en derechos de las familias ¿Por qué nosotros no tenemos esa misma, no digo una especialidad, pero sí una coherente y adecuada, calificada preparación para nuestros agentes que son quienes están frente a la trinchera? Son los que están allí en primera persona recibiendo el problema en las comisarías, sobre todo de las mujeres y de los menores de edad, que acá en la ciudad hay dos por ahora y probablemente tuviera que haber otra tercera por la gran demanda de conflictos de esta naturaleza.

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